El corazón
del Hombre. Erich Fromm
Prologo
En este libro recoge las ideas que fueron expuestas en
algunos de sus anteriores obras como: el miedo a la libertad, ética y
psicoanálisis y el arte de amar. Lo que intenta demostrar es que los mayores
descubrimientos de Freud, el complejo de Edipo, el narcisismo y el instinto de
muerte, fueron restringidos por sus premisas filosóficas y que , libres de
trabas y traducidos a una nueva estructura de referencia
El hombre ¿lobo o cordero?
Hay muchos que creen que los hombres son corderos, hay otros que creen que son lobos. Los que dicen que los hombres son corderos, no tienen más que señalar el hecho de que a los hombres se les induce fácilmente a hace lo que se les dice, aunque sea perjudicial para ellos mismos. Sobre este supuesto que los hombres son corderos erigieron sus sistemas los grandes inquisidores y dictadores. Pero si la mayor parte de los hombres fueron corderos, ¿por qué la vida del hombre es tan diferente de la del cordero? Su historia se escribió con sangre; es una historia de violencia constante, en la que la fuerza se uso invariablemente para doblegar su voluntad. Muchos pensadores como Hobbes llegaron a la conclusión de que homo homini lupus (el hombre es un lobo para el hombre.
Los lobos desean matar, los corderos quieren
imitarlos. De ahí que los lobos pongan a los corderos a matar, asesinar y
estrangular, y los corderos obedecen no porque gocen de ello, sino porque
quieren imitar; y aun entonces los matadores tienen que inventar historias
sobre la nobleza de su causa, sobre la defensa, sobre amenazas a la libertad,
venganza de niños muertos, etc., para hacer que la mayoría de los corderos
actúen como lobos.
La cuestión de si el hombre es lobo o cordero o es más
que una formulación especial de una cuestión que en sus aspectos más amplios y
más generales, fue uno de los problemas más fundamentales del pensamiento
teológico y filosófico occidental.
El antiguo testamento no toma la posición de la
corrupción fundamental del hombre. La desobediencia de Adán y Eva no se llama pecado, en ningún
lugar hay indicio de que esa desobediencia haya corrompido al hombre. La
desobediencia es la condición para el conocimiento de sí mismo por parte del
hombre, por su capacidad de elegir, y así, en el último análisis, ese primer
acto de desobediencia es el primer paso del hombre hacia la libertad.
La actitud cristiana fue diferente. En el curso de
desarrollo de la iglesia cristiana, la desobediencia de Adán se considera
pecado. En realidad un pecado tan grave que corrompió su naturaleza y de todos
sus descendientes.
La creencia de la bondad del hombre fue resultado de
una nueva confianza en el hombre en sí mismo, adquirida como consecuencia del
enorme progreso económico y político que comenzó con el Renacimiento. Por el contrario la bancarrota moral de
occidente, que empezó con la primera guerra mundial, más allá de Hitler y de
Stalin, de Coventry e Hiroshima, a la preparación actual para el exterminio
Universal, puso de manifiesto una vez más la insistencia tradicional sobre la
predisposición del hombre al mal.
El hombre ordinario con poder extraordinario es el
principal peligro para la humanidad, y no el malvado o el sádico y así como se
necesitan armas para hacer la guerra, se necesitan de pasiones del odio, de la
indignación, de la destrucción y del miedo para hacer que millones de hombres
arriesguen la vida y se conviertan en asesinos.
Fromm en este libro escoge tres fenómenos que para él
constituyen la forma más maligna y peligrosa de la orientación humana: el amor
a la muerte, el narcisismo maligno y la fijación simbiótico-incestuosa, que forman
el síndrome de decadencia. Además describe el síndrome de crecimiento que
consiste en el amor a la vida, el amor al hombre y la independencia. Cada individuo avanza en la dirección que ha
elegido: la de la vida o de la muerte, la del bien o la del mal.
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