La Constitución del Movimiento
Psicoanlítico:
J. B. Fages
Es una lectura que describe en
movimiento psicoanalítico y algunos de los participantes en el Congreso internacional de
psicoanálisis. Jung, Abraham, Putnam, Ernts Jones, Ferenczi, Sachs y sin duda
Freud. El autor se pregunta ¿Cuáles son las bases de un acuerdo manifiesto en
los orígenes del movimiento psicoanalítico?. La respuesta el mismo autor la da:
“La existencia de procesos primarios inconscientes, la teoría de la resistencia
y de la represión, la apreciación del papel de la sexualidad y del complejo de
Edipo son los principales contenidos del psicoanálisis, y los fundamentos de su
teoría. Cualquiera que los rechace no debería contarse entre los
psicoanalistas.”
Después, Fages hace una
recopilación de los conceptos antes mencionados.
I El Inconsciente
El descubrimiento del
inconsciente representa la revolución de Freud y el punto de partida del
movimiento psicoanalítico. La diferencia entre el psicoanálisis y cualquier
otro trabajo sobre el psiquismo se traduce en la de los prefijos: inconsciente
en lugar de subconsciente. En el psicoanálisis se trata de elevar a la
superficie consciente, de hacer revivir,
de designar el factor penoso y perturbador (patógeno) olvidado. La extracción
provocada se llama abreacción. El segundo concepto importante sería la
resistencia que no es ya un simple olvido, sino un mecanismo de defensa
mediante el cual se construye alrededor del elemento patógeno una barrera
protectora. Establece entonces Freud el método de las asociaciones libres,
conde el analista despliega una intensa actividad para estimular el hablar
espontáneo sin censura consciente.
El autor maneja la transferencia
como una resistencia que lleva al descubrimiento del inconsciente, ya que le
paciente transfiere al analista, en su resistencia el papel y acción de éste,
los factores más profundos del conflicto personal. Estos factores se mantienen
en un sector cerrado, censurado del psiquismo, sector que Freud llama
inconsciente. Es importante saber que el mismo analista debe de mantenerse lo
más neutral posible, y practicar el autoanálisis ya que de este dependerá su
objetividad. Así como Freud lo practico usando como interlocutor por medio de
cartas a Fliess.
Dentro de las características que
el Fages describe del inconsciente, están la de ser profundo y difícilmente
sondeable, el dinamismo, el aspecto energético o pulsional. Dos tipos de
pulsiones se describen.
- Las pulsiones sexuales -> tienden a la conservación
de la especie, constituye la libido
- Las pulsiones del yo -> tienden a la conservación del individuo.
En la base cualquier neurosis hay
un conflicto de las dos pulsiones. Las del yo reprimen la libido, y esta
represión produce neurosis de angustia, culpabilidad, etc. Las pulsiones
sexuales tienden al deseo de apaciguamiento, de satisfacción, de placer; la
represión por su parte bloquea este deseo y provoca la insatisfacción o
displacer.
El tercer rasgo del inconsciente
es el que se puede llamar estructural. Alrededor del nucleo patogeno se las
defensas se organizan y se estructuran.
l Cronológico
-> acontecimientos posteriores engrosan el núcleo patógeno
l Concéntrico
-> por afinidad, temas parecidos van
a agruparse alrededor del núcleo patógeno (padre tirano, el jefe, el maestro.)
l Dinámico
y lógico -> el núcleo patógeno oculto se vale de todos los medios, se nutre
de todo lo que pueda protegerle, afianzarle. -> sobredeterminación de los
síntomas.
De acuerdo a la segunda tópica de
Freud, el inconsciente comporta tres sistemas: inconsciente, preconsciente y
consciente (Ics, Pcs y Cs). El inconsciente se caracteriza por el lugar
psíquico donde funcionan los procesos primarios (modos de circulación libre,
deseos). El consciente se caracteriza como el emplazamiento de los procesos secundarios
(pensamiento despierto, atención, juicio y razonamiento.). El preconsciente, es
el lugar intermedio, se encarga del acceso al la conciencia, hace un papel
selectivo en cuanto a las representaciones perturbadoras.
De un lugar a otro atraviesan
censuras. Censura primera del Ics al Pcs y censura segunda del Pcs al Cs.
- Índices del Inconsciente
l
Actos fallidos: Incluye olvidos,
fallos de comportamiento, uso de una palabra en lugar de otra o lapsus ; los cuales desvelan la existencia del
conflicto existente en el Ics. El deseo reprimido se abre paso al consciente.
l
Los sueños: El sueño lejos de ser
una disminución de la vida psíquica, es un fenómeno significativo cuyo
significado puede ser encontrado mediante el trabajo del sueño. Al despertar,
el soñador se acuerda del contenido manifiesto del sueño, pero por medio del
trabajo del sueño, se puede llegar a saber el contenido latente.
Condensación: la aparición de los
personajes en el sueño resultan de una superposición de diferentes objetos
importantes para el soñante.
Desplazamiento: Lo central se
desplaza a lo marginal; lo capital se desplaza hacia lo futil.
Simbolización: es la relación entre
el significado y significante. A partir de símbolos se representan los actores
del sueño.
“El sueño es la
realización disfrazada de un deseo reprimido”
l
Las creaciones imaginarias: Los
sueños diurnos, la comedia y los chistes también son importante para el
psicoanálisis.
El
chiste se dirige a la comunicación con los otros mientras que el sueño y el
ensueño se dirigen al sujeto. Así mismo, la literatura y la obra de arte se
dirigen también hacia la comunicación con el otro.
- El complejo de Edipo y la Evolución de la
sexualidad
El complejo de Edipo
se transforma en el nudo de una historia de la sexualidad infantil inconsciente,
historia que Freud elabora en “Tres ensayos para una teoría sexual” en 1905. La
teoría de la sexualidad infantil será el mayor punto de acuerdo del
psicoanálisis básico.
El cuerpo del niño
comprende zonas erógenas donde se producen las excitaciones eróticas. La zona
erótica dominante se desplaza según la edad y el estado de crecimiento del
organismo.
Estadío Oral: En el
primer año de vida. La zona erógena predominante es la boca y los labios: el
placer de la succión del seno materno. El displacer es la espera, la
frustración y esto lo conduce a los juegos de sustitución; chupar los dedos a
través de lo cual se llega a la satisfacción autoerótica.
Estadío Sádico-Anal: Comprende
el segundo y tercer año de vida. El ano se convierte en la zona erógena
predominante. La retención de las materias fecales causa excitación y la
evacuación causa la satisfacción. Las materias fecales se convierten en la
posesión del niño.
Estadío Fálico: Se
extiende desde el tercer hasta el quinto año. Corresponde al descubrimiento de
los órganos genitales. El complejo de Edipo nace en este estado. Tanto para el
niño como para la niña el primer objeto de amor es la madre. El niño renuncia a
ello como consecuencia de la angustia de castración y se identifica entonces
con el padre. La niña renuncia a la madre por despecho y se identifica con su
castración. Así la niña se identifica con la madre deseando un hijo del padre
en compensación de su carencia y su envidia del pene.
Periodo de latencia: Corresponde
entre el sexto año y la pubertad. Es el adormecimiento en el crecimiento de los
impulsos sexuales.
Fijación pulsional: Un
sujeto puede progresar prematuramente, otro puede regresar a un estadío
anterior, donde puede organizar con mayor seguridad sus defensas instintivas. A
esta regresión se le llama fijación pulsional.
La mayor preocupación
de los analistas no es hacer un tratado de sexualidad del paciente, sino dar
cuenta de la neurosis, inmadureces, perversiones, con la ayuda de una teoría de
una sexualidad polimorfa y evolutiva.
Los primeros
psicoanálisis en niños se efectuaron a partir de 1908, en el amigo y discípulo
de Freud Oskar Pfister.
- Terapéutica
El estudio
psicoanalítico de de la sexualidad se inscribe, desde los comienzos, en una
investigación de la etiología de las neurosis, de los factores determinantes de
los trastornos mentales, con vistas a un tratamiento terapéutico.
En la base de las
neurosis se sitúa un conflicto inconsciente sin resolver. El crecimiento del
individuo debe superar constantemente obstáculos interiores y exteriores. Las
frustraciones, los choques y los excesos desproporcionados a las fuerzas de
resistencia y de asimilación del psiquismo infantil determinan los núcleos
patógenos. Éstas marcas dolorosas inconscientes, llamadas traumatismos,
provocarán fijaciones o regresiones; es decir, bloqueos del desarrollo
psíquico.
El tratamiento
psicoanalítico deberá pues, desmontar la neurosis y llagar a desmontar el vicio
de base. La neurosis tiene un sentido bajo la aparente incoherencia y bajo la
movilidad de los síntomas. Este sentidos es la relación entre el vicio de base
y las construcciones puestas encima.
Al paciente se le
invita a decir todo lo que le pase por la cabeza: asociaciones, recuerdos,
sueños diurnos en una especie de dejarse ir verbal. No debe preocuparse por la
coherencia lógica ni el decoro, y todavía menos por saber si esto choca o no al
analista. Por su parte el analista escucha neutral, incluso impasible, con una
atención fluctuante, flexible.
La importancia de la
transferencia es crucial para el desarrollo de la terapéutica. La transferencia
traduce la más tenaz y profunda de las resistencias. El analista deberá vigilar
de modo especial ésta transferencia por la que el paciente reviste al analista
de imágenes como la de los padres, tirano, seductor. etc, que evocan y son
objeto de sus conflictos más arcáicos.
Por parte del
analista, estar atento de la transferencia significa también estar atento de la
contratransferencia.
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